La fábula de la hormiga y la cigarra

La fábula de la hormiga y la cigarra

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“Las especies que sobreviven no son las más grandes ni las más fuertes, ni siquiera las más inteligentes o las que cambian o mejoran rápido; no, las especies que sobreviven son las que se adaptan mejor”. (Charles Darwin).

Muchos conocemos la popular fábula sobre la cigarra y la hormiga. En ella, la hormiga es la trabajadora y cumplidora, ya que se prepara con ahínco para el invierno, obrando y juntando alimentos; la cigarra, sin embar­go, se pasa “cantando”, sin mostrar mucha preocupación por los tiempos difíciles y efectivamente, cuando al fin llega el invierno, se encuentra sin “reservas” para subsistir y recurre a la hormiga en busca de ayuda, con la promesa de devolverle el favor.

La hormiga pregunta, si qué ha realizado durante el verano, respondiendo que ha estado “cantando”; ante esta respuesta, la hormiga replica que no podrá ayudarla, cerrándole la posibilidad de asistirle.

Como moraleja resulta que la ociosidad o la falta de previsión, por lo general, ocasiona necesidad y lleva a un final fatalista. Vemos en el mundo empresarial ejemplos de falta de previsibilidad, de planificación, de apropiado manejo de recursos en los tiempos mejores, no definiendo metas ni objetivos claros.

Podemos aprovechar el adecuado manejo de los recursos, el esfuerzo diario, la plani­ficación y la laboriosidad para mantenerse, ¿pero serán suficientes las herramientas que nos enseña esta fábula, estando en un mundo de una digitalización masiva, en donde se ven cambios disruptivos, reciente­mente acontecidos o próximos a acontecer, impulsados por una tecnología nueva y que cambian y cambiarán de forma importante las estructuras sociales y económicas?

Además del esfuerzo, organizarse, producir, surge en un entorno cambiante la necesidad de reinventarse constantemente; considerar como una variable significativa la innovación para generar mejores resultados, basados no solamente en el esfuerzo, sino en la búsque­da de nuevos mecanismos de producirse. Siguiendo con nuestra fábula, la hormiga debería hacer algo nuevo, generar nuevas estrategias y no solo descansar en el invierno, quizás duplicar su stock almacenado y poder ofertar “alimentos”, en el duro entorno, para las “cigarras” no previsoras y a otras especies que se hayan pasado “cantando”, o que no hayan realizado la tarea en los buenos tiempos. Asimismo, la cigarra deberá replantearse lo que ha venido haciendo tras la lección aprendida: evaluar su situación, en base a sus fortalezas salir de la crisis y más adelante podría colaborar y “abrirse” a trabajar en el control, logística y vigilancia de la producción; en alianza con la hormiga.

Innovar, producir cosas en el mundo animal y humano significa utilizar esas cosas de forma novedosa y explotar recursos que hasta entonces no se habían trabajado, ya sean estos materiales o de otro tipo.

Es decir, hablamos de la necesidad de la flexibilidad en el comportamiento de una especie, que sea capaz de adaptarse a nuevos entornos y a nuevas situaciones

Rojas Duré, C. (28 octubre de 2019). La fábula de la hormiga y la cigarra. 5dias.com.py/archivo/la-fabula-de-la-hormiga-y-la-cigarra